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ASOCIACIÓN EMPLEADOS DE COMERCIO - ROSARIO

Conflicto en la Bolsa

  • 5 diciembre, 2014

Pedimos trato justo y equiparación salarial

   Con el propósito de esclarecer acerca del 25% de aumento en los salarios que reclama el sector de Empleados de Comercio que trabaja en la Bolsa de Comercio de Rosario, y otras reivindicaciones, queremos señalar que ese no es un porcentaje caprichoso, sino que es imprescindible para lograr la igualación salarial a funciones similares de otro gremio.

   El desfasaje producido no se debe sólo a cuestiones paritarias, sino a la modalidad de la Bolsa de pagar sobre básicos de convenio y no sobre los reales de empresa (2010, 2011, 2012), devaluando nuestro salario, injusticia que fue expresada como deuda pendiente por el propio presidente de la entidad, Raúl Meroi, en la despedida de año a los trabajadores.

   El aumento adicional ofrecido por la Bolsa, del 10 %, no hace corrección alguna ya que es considerado (por ellos mismos) un ajuste inflacionario y para todos los trabajadores de la entidad, diluyendo el reclamo presentado por los delegados y asumiéndose como generosos empresarios.

   En cuanto a gratificaciones especiales, son dadas todos los años a todos los trabajadores de la Bolsa, sin reparar la brecha mencionada sino ampliándola más. En definitiva, los trabajadores mercantiles están discriminados notablemente en la distribución salarial.
Para graficar esto podemos afirmar que, puerta de por medio, dos empleados que hagan la misma tarea, uno perteneciente a Empleados de Comercio y el otro a un gremio distinto, perciben salarios diferentes ya que el trabajador mercantil cobra el 25% menos.

   Finalmente, la Bolsa se asume como dialoguista, pero no concurrió a la audiencia ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en abril de este año, cuando fue debidamente notificada para tratar estos y otros temas, como la antigüedad sobre nuestros básicos reales (cuya remisión de las actuaciones al área legales del Ministerio para que se emita dictamen, según acta del 12/03/14, la BCR rechazó).

   El diálogo implica una voluntad de escucha, en pos de un acuerdo, que no se logrará con el acto reflejo de respuestas negativas a todos y cada uno de los reclamos sin siquiera ser trtatados, no reconociendo ninguna circunstancia, aduciendo políticas salariales como resorte exclusivo de su organización y dirección (como lo fue lo ocurrido en política salarial entre los años 2010 y 2013, en desmedro de los trabajadores). Eso no es voluntad de diálogo. Eso es sostener una situación injusta y relegar a los trabajadores mercantiles.