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ASOCIACIÓN EMPLEADOS DE COMERCIO - ROSARIO

El miércoles demostramos que el Descanso Dominical es posible

  • 26 septiembre, 2014

Día del Empleado de Comercio

    Este miércoles 24 de septiembre, los trabajadores mercantiles pudimos celebrar en familia nuestro Día y registrar a esta jornada como histórica, ya que se inscribe en el marco de la lucha constante por la recuperación de derechos que nos fueron quitados.

    Cerca de 7.500 comercios, incluidas las grandes superficies como shoppings y supermercados de cadenas nacionales e internacionales, los negocios agrupados en la Asociación Empresaria de Rosario, en el Centro Unión Almaceneros, en APyME, supermercados rosarinos, casas de artículos del hogar, grandes tiendas y muchos más, estuvieron cerrados al público adhiriendo a la iniciativa promovida por la Asociación Empleados de Comercio de Rosario.

    La jornada transcurrió dentro de la más absoluta normalidad y con la adhesión respetuosa de los rosarinos que acompañaron el Día del Empleado de Comercio.
A nadie se le ocurrió hacer piquetes, ni cortes de calles, ni quemar cubiertas, ni promover cacerolazos por el cierre de los negocios.
Tampoco se supo de gente con ataques de pánico ni sicólogos requeridos de urgencia por llantos incontrolables y síntomas de profunda depresión por no poder dar rienda suelta a las desmedidas ansias de consumismo que supimos conseguir en los años 90’.

No hubo nada de esto.

    Todo lo contrario, ya que cerca de 55.000 trabajadores mercantiles pudieron celebrar su Día haciendo lo que más les gustara, y no trabajando como en épocas no tan lejanas.
Sin autoproponérselos, los empleados de comercio participamos de este Día como si estuviéramos disfrutando por adelantado del Descanso Dominical.

    Definitivamente, este último miércoles quedó cabalmente demostrado que a nadie afecta el cierre total de los comercios durante una sola jornada, dando por tierra con los argumentos agoreros de quienes se oponen a que los trabajadores mercantiles tengamos el día domingo para dedicarlo a la familia y para, como dice el papa Francisco, hablar con nuestros hijos.